Guía para una comunicación eficaz
La comunicación es parte de la vida cotidiana. La manera en que nos comunicamos con otros es de las pocas cosas que producen una mezcla de alegría y frustración.
Aquí te presentamos algunas pautas bíblicas que te ayudarán a comunicarte de manera más productiva y efectiva:
• Analiza la actitud de tu corazón
Considera a los demás antes que a ti mismo (cf. Filipenses 2:3-5).
• Deja que el amor te guíe
El amor es paciente, el amor es amable. El amor no hace nada indebido, no es egoísta, no se enoja por cualquier cosa, no guarda rencor. El amor siempre protege y nunca pierde la fe (cf. 1 Corintios 13:4-7). Este pasaje no es para usarlo contra tu cónyuge, sino para evaluarte a ti mismo.
• Sé el mejor en escuchar
No respondas si no has escuchado todo lo que el otro tiene que decir (cf. Proverbios 18:13).
Se pronto para escuchar, lento para hablar y lento para enojarte (cf. Santiago 1:19).
Esfuérzate en ser experto en escuchar con atención y consideración (cf. Proverbios 18:15).
No asumas (y no actúes de ese modo) que algo es verdad sin haberlo verificado antes (cf. Proverbios 18:17).
• Di cosas constructivas
La respuesta amable calma el enojo. El enojo nunca beneficia la comunicación matrimonial (cf. Proverbios 15:1; Santiago 1:19-20).
Las palabras dulces sanan (cf. Proverbios 16:20-24).
Las palabras destructivas que no animan ni benefician a quien las escucha son palabras podridas (cf. Efesios 4:29).
Decir la verdad nunca es razón para decir las cosas sin amor (cf. Efesios 4:15).
Evalúa la calidad de tu comunicación:
Para saber si te estás comunicando adecuadamente, di algo como esto con un tono calmado y amoroso: “Esto es lo que entendí de lo que dijiste. ¿A eso te refieres o te estoy malentendiendo?". Sigue haciendo esa pregunta hasta que la respuesta sea: “Sí, justo a eso me refiero”.
Para hacerlo se requiere amor sacrificial. Esto le muestra a la otra persona que sigues a Cristo al considerarla más importante que tú (cf. Filipenses 2:3-4).
Preguntas de aplicación:
¿Tu cónyuge sabe con certeza que puede decir todo lo que siente sin temor a tu reacción?
¿Animas o acusas con tus palabras cotidianas? ¿Tus palabras hacen que tu cónyuge se sienta seguro o ansioso?
¿Puedes derramar tus preocupaciones más íntimas frente a Dios cuando oras con tu esposo o esposa?
Si la respuesta a cualquiera de estas preguntas es negativa, es esencial encontrar consejería confiable.
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Publicación original en http://www.shepherdpress.com/communication-guidelines/
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Traducción: Ana Lucía Franco BCTA
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